“Una semana en el motor de un autobús” de Los Planetas. Porque, como dice J, “que te dejen es muy malo, tan malo como pasar una semana en el motor de un autobús”. Al ser dejado lo primero que uno piensa (salvo las pocas almas caritativas que puede que aún existan por ahí) es en mandar todo muy, muy lejos. Pero aún a ese sentimiento hay que encontrarle algo de positivo, un, por llamarlo de alguna manera…
1. “Segundo Premio”: “Sentado esperando a que llames, / rezando por que des una señal, / los días cada vez van más despacio / y solamente puedo esperar”. Sí, te han dejado y ahí estás, además de muerto de asco, con la esperanza de que ella (o él) llamen para explicarte algo aunque sea “Que vengas a explicar que todo ha terminado, / que tengas que decir que no me quieres ver” porque, esperanza idiota, “Es imposible que hayas olvidado / lo que los dos podíamos hacer”. Hasta que, en medio de su desesperación (“todo lo que habíamos hablado / es todo lo que vamos a perder”) y el silencio del otro (“rezando porque des una señal”) a J se le ocurre que, al menos, el hecho de escribir y cantarle lo que siente siempre puede ser un premio de consolación, el segundo premio del título ya que “si esto te hace daño, / si te puedo hacer sufrir, / ha servido para algo / al menos para mí”. Y es el que no se consuela es porque no quiere aunque lo único que espera que haga la otra persona es…
2. “Desaparecer”: La mejor manera de evitar un dolor es que la causa desaparezca, pero J (tan masoquista él como buen enamorado) comienza cantando algo que suena más bien esperanzado: “Cuando no te puedas mantener en pie, / y ya no te quede nada por beber. / Y tengas que volver”. Y, de nuevo, la contradicción del enamorado. Se muere porque ella vuelva pero le dice que “Y si piensas volver / Si lo has pensado alguna vez / puede que entonces yo no esté / Y ¿qué vas a ofrecer?, / Si lo que antes te sirvió / no tiene ya ningún valor”. O sea, quiero que vuelvas pero cuando vuelvas te voy reprochar todo porque si te quiero pero te voy a decir que no te quiero. Y todo para terminar entre dos aguas. Por mí te puedes morir (“Y si te esfuerzas puedes desparecer”) pero “y si vas a volver” que cierra un silencio causado por el recuerdo de aquellos celos de cuando ella se fue a…
3. “La Playa”: Y es que la culpa de todo, casi siempre, la tienen los celos o las habladurías. “Y me preguntaba que estarías haciendo, / y me mataban los celos / cada vez que alguno de éstos / me decía cualquier cosa sobre ti”. Y J recuerda la manera más expedita de solucionar esos problemillas que no son más que caos mentales. Lo mejor es ir y aparecer. “Y me fui hasta la playa / para ver lo que pasaba”. Y, sincerote le dice que “pensaba en destrozarte todo el tiempo”, pero como es un cursi se ablanda cuando “te oí diciendo, / cuanto me echaste de menos / y que no te habías podido despedir”. Pero hay cosas que nada borra y aquel verano “fue una pesadilla” y “si me acuerdo, me duele todavía”. Y entonces hay que cobrárselo y nada mejor que hacerlo que reclamándole a ella…
4. “Parte de lo que me debes”: Y es que el J, en su generosidad, no le pide todo lo que le debe; apenas una “parte”. Y esa parte es nada más y nada menos que… el tiempo. Y es que, aunque no sepamos qué intentó, uno no puede evitar compadecerse del J que nos canta “Cuantas veces lo intenté. / Y no sirvió de nada. / De un millón de formas lo intenté. / Y no sirvió de nada”. Para continuar preguntando, sin que sepamos si es a ella o a nosotros, “¿Lo has sentido alguna vez? / ¿Echas de menos algo? / ¿Te has arrepentido alguna vez / de haber tenido y de no haberlo dado?”. Y, sí, siempre pasa lo mismo con las letras del J. Nunca sabemos exactamente de qué habla, qué es lo que hay que haber sentido, qué echar de menos, qué deberíamos haber dado. Y, aún así, saber que sabemos. Pero todo está jodido y no hay de otra que resignarse, no hay de otra que reconocer “lo estúpido que fui, / las fuerzas que gasté, el tiempo que perdí”. Y es que esto no es sino…
5. “Un mundo de gente incompleta”: Donde vuelve a parecer el bipolar del J que por una parte le dice “Ven conmigo, / tenemos muchas cosas que aprender. / Ven conmigo, / te las enseñaré”. Para segundos después preguntarse, ya que nadie entiende, si “tengo que usar las manos / o puedo usar los pies. / Tendré que ser más claro. / Si lo hago, ¿quién me va a entender?”. Y es que está cabrón cuando nadie entiende. Eso sí, acaba encontrando una buena excusa porque “Ahora lo que odio / y lo que somos casi es igual”. Todo para acabar humilde y proponerle que “Mejor dejarlo ahora que esperar. / Mejor dejarlo ya”, aunque al final cabe enojándose y montándose una película de…
6. “Ciencia Ficción”. O esa hermosa sensación de que el mundo, todo el mundo, está en contra de uno y no hay otra manera de solucionarlo que a través de la venganza. Y la culpa claro del fin de la historia de amor porque “si esto acaba / y todo tiene que acabar, / no tendréis nadie en quien confiar”. Y arreglarlo al viejo estilo y además amenazando “Cerrad vuestras ventanas / rezar lo que haya que rezar, / pues cada día se acerca un poco más. / Cuidad vuestros negocios y vuestras familias /porque vamos a mostrar vuestra misma piedad”. Etc.. etc... El J en plan machote y vamos a romper todo. Y ese estribillo repetido hasta la saciedad “Porque seremos cientos / por cada uno de los vuestros”. Aunque no sepamos quienes somos, ni quienes son los otros. La cosa es rebelarse y gritar ante un paisaje que sólo tiene…
7. “Montañas de basura”: “En montañas de basura / ningún beso de cordura” o el descoloque absoluto. ¿Dónde estoy? ¿Qué estoy haciendo? Y de nuevo, por enésima vez, la bipolaridad. A pedirle perdón a ella. A tirarme para que me levanten. “¿Qué va a pasar si me entrego y no funciona? / ¿Qué va a pasar si me tiro al barro ahora y sale mal? / ¿Qué va a pasar si no puedo soportarlo? / ¿Qué va a pasar si decido dar el paso y sale mal? / Aguantaré, podré escapar, podré volver. / Mi vida va a ser mejor de lo que fue”. Eso sí, con dudas y catolicismo: “Dios me tendrá que proteger. / ¿Qué va a pasar si no lo es?”. Y ante la duda la fiesta en una fiesta de…
8. “Cumpleaños total”, porque cuando ya nada puede estar más jodido (“No será peor de lo que era. / No será peor, seguro que es mejor”) nada mejor para olvidar, a pesar de las promesas (“Y aunque juré que nunca más”), que la fiesta y el descontrol y la noche y los bares y la ebriedad. Y es hay cosas que tiran mucho porque vienen de un…
9. “Laboratorio mágico” porque “estoy seguro, tiene que haber algo / que me ayude a soportarlo. / En las farmacias del espacio, / en un laboratorio mágico”. Algo que lleve a la mente a olvidarse de ella y vivir en un…
10. “Toxicosmos”: o esa sensación de que no hay nada más que la química (aunque sea el fermentado de cebada) interactuando con un cuerpo que ya lo único que quiere es descansar y es que “los huesos duelen, / cada paso duelen más”, pero es una sensación tan agradable que “Algo así no debería terminar”. Es otra galaxia, de ahí el título, una en la que ya perdidos no que más remedio que buscar ayuda fuera de uno mismo. “Y rezamos / para no volver jamás” aunque no sepamos a qué se refiere el J exactamente: si a volver con ella o a volver a la…
11. “Línea 1” cuyo críptico título procede, nada más y nada menos, de la línea que nuestro J (y unos cuantos amantes más de las sustancias “legales, ilegales y otras que no se sabe si son legales o ilegales”) utiliza para ir “a pillar un poco más”. Ya más abajo no se puede estar. Ella no va a volver y todo es un desastre. Hora de cambiar de vida. “Iba a hacerlo esta mañana. / Levantarme de la cama. / Comprar algo de comida. / Empezar con otra vida”. Pero poco dura el propósito de la enmienda. “Y después pensé: ¡mejor que no! / Y puse la televisión, / después de todo esto no está mal”. O sea, la mala vida, qué buena es. Y, además, tarde o temprano, el Barça ganará…
12. “La Copa de Europa”, uno de esos himnos perfectos, de autoafirmación personal, de supervivencia, dolida y orgullosa al mismo tiempo, cuyo título proviene de aquella afirmación del J de que “salir de una relación sin salir herido sólo puede compararse con que el Barça gane la Copa de Europa”. Una letra que no merece ni siquiera comentario.
1. “Segundo Premio”: “Sentado esperando a que llames, / rezando por que des una señal, / los días cada vez van más despacio / y solamente puedo esperar”. Sí, te han dejado y ahí estás, además de muerto de asco, con la esperanza de que ella (o él) llamen para explicarte algo aunque sea “Que vengas a explicar que todo ha terminado, / que tengas que decir que no me quieres ver” porque, esperanza idiota, “Es imposible que hayas olvidado / lo que los dos podíamos hacer”. Hasta que, en medio de su desesperación (“todo lo que habíamos hablado / es todo lo que vamos a perder”) y el silencio del otro (“rezando porque des una señal”) a J se le ocurre que, al menos, el hecho de escribir y cantarle lo que siente siempre puede ser un premio de consolación, el segundo premio del título ya que “si esto te hace daño, / si te puedo hacer sufrir, / ha servido para algo / al menos para mí”. Y es el que no se consuela es porque no quiere aunque lo único que espera que haga la otra persona es…
2. “Desaparecer”: La mejor manera de evitar un dolor es que la causa desaparezca, pero J (tan masoquista él como buen enamorado) comienza cantando algo que suena más bien esperanzado: “Cuando no te puedas mantener en pie, / y ya no te quede nada por beber. / Y tengas que volver”. Y, de nuevo, la contradicción del enamorado. Se muere porque ella vuelva pero le dice que “Y si piensas volver / Si lo has pensado alguna vez / puede que entonces yo no esté / Y ¿qué vas a ofrecer?, / Si lo que antes te sirvió / no tiene ya ningún valor”. O sea, quiero que vuelvas pero cuando vuelvas te voy reprochar todo porque si te quiero pero te voy a decir que no te quiero. Y todo para terminar entre dos aguas. Por mí te puedes morir (“Y si te esfuerzas puedes desparecer”) pero “y si vas a volver” que cierra un silencio causado por el recuerdo de aquellos celos de cuando ella se fue a…
3. “La Playa”: Y es que la culpa de todo, casi siempre, la tienen los celos o las habladurías. “Y me preguntaba que estarías haciendo, / y me mataban los celos / cada vez que alguno de éstos / me decía cualquier cosa sobre ti”. Y J recuerda la manera más expedita de solucionar esos problemillas que no son más que caos mentales. Lo mejor es ir y aparecer. “Y me fui hasta la playa / para ver lo que pasaba”. Y, sincerote le dice que “pensaba en destrozarte todo el tiempo”, pero como es un cursi se ablanda cuando “te oí diciendo, / cuanto me echaste de menos / y que no te habías podido despedir”. Pero hay cosas que nada borra y aquel verano “fue una pesadilla” y “si me acuerdo, me duele todavía”. Y entonces hay que cobrárselo y nada mejor que hacerlo que reclamándole a ella…
4. “Parte de lo que me debes”: Y es que el J, en su generosidad, no le pide todo lo que le debe; apenas una “parte”. Y esa parte es nada más y nada menos que… el tiempo. Y es que, aunque no sepamos qué intentó, uno no puede evitar compadecerse del J que nos canta “Cuantas veces lo intenté. / Y no sirvió de nada. / De un millón de formas lo intenté. / Y no sirvió de nada”. Para continuar preguntando, sin que sepamos si es a ella o a nosotros, “¿Lo has sentido alguna vez? / ¿Echas de menos algo? / ¿Te has arrepentido alguna vez / de haber tenido y de no haberlo dado?”. Y, sí, siempre pasa lo mismo con las letras del J. Nunca sabemos exactamente de qué habla, qué es lo que hay que haber sentido, qué echar de menos, qué deberíamos haber dado. Y, aún así, saber que sabemos. Pero todo está jodido y no hay de otra que resignarse, no hay de otra que reconocer “lo estúpido que fui, / las fuerzas que gasté, el tiempo que perdí”. Y es que esto no es sino…
5. “Un mundo de gente incompleta”: Donde vuelve a parecer el bipolar del J que por una parte le dice “Ven conmigo, / tenemos muchas cosas que aprender. / Ven conmigo, / te las enseñaré”. Para segundos después preguntarse, ya que nadie entiende, si “tengo que usar las manos / o puedo usar los pies. / Tendré que ser más claro. / Si lo hago, ¿quién me va a entender?”. Y es que está cabrón cuando nadie entiende. Eso sí, acaba encontrando una buena excusa porque “Ahora lo que odio / y lo que somos casi es igual”. Todo para acabar humilde y proponerle que “Mejor dejarlo ahora que esperar. / Mejor dejarlo ya”, aunque al final cabe enojándose y montándose una película de…
6. “Ciencia Ficción”. O esa hermosa sensación de que el mundo, todo el mundo, está en contra de uno y no hay otra manera de solucionarlo que a través de la venganza. Y la culpa claro del fin de la historia de amor porque “si esto acaba / y todo tiene que acabar, / no tendréis nadie en quien confiar”. Y arreglarlo al viejo estilo y además amenazando “Cerrad vuestras ventanas / rezar lo que haya que rezar, / pues cada día se acerca un poco más. / Cuidad vuestros negocios y vuestras familias /porque vamos a mostrar vuestra misma piedad”. Etc.. etc... El J en plan machote y vamos a romper todo. Y ese estribillo repetido hasta la saciedad “Porque seremos cientos / por cada uno de los vuestros”. Aunque no sepamos quienes somos, ni quienes son los otros. La cosa es rebelarse y gritar ante un paisaje que sólo tiene…
7. “Montañas de basura”: “En montañas de basura / ningún beso de cordura” o el descoloque absoluto. ¿Dónde estoy? ¿Qué estoy haciendo? Y de nuevo, por enésima vez, la bipolaridad. A pedirle perdón a ella. A tirarme para que me levanten. “¿Qué va a pasar si me entrego y no funciona? / ¿Qué va a pasar si me tiro al barro ahora y sale mal? / ¿Qué va a pasar si no puedo soportarlo? / ¿Qué va a pasar si decido dar el paso y sale mal? / Aguantaré, podré escapar, podré volver. / Mi vida va a ser mejor de lo que fue”. Eso sí, con dudas y catolicismo: “Dios me tendrá que proteger. / ¿Qué va a pasar si no lo es?”. Y ante la duda la fiesta en una fiesta de…
8. “Cumpleaños total”, porque cuando ya nada puede estar más jodido (“No será peor de lo que era. / No será peor, seguro que es mejor”) nada mejor para olvidar, a pesar de las promesas (“Y aunque juré que nunca más”), que la fiesta y el descontrol y la noche y los bares y la ebriedad. Y es hay cosas que tiran mucho porque vienen de un…
9. “Laboratorio mágico” porque “estoy seguro, tiene que haber algo / que me ayude a soportarlo. / En las farmacias del espacio, / en un laboratorio mágico”. Algo que lleve a la mente a olvidarse de ella y vivir en un…
10. “Toxicosmos”: o esa sensación de que no hay nada más que la química (aunque sea el fermentado de cebada) interactuando con un cuerpo que ya lo único que quiere es descansar y es que “los huesos duelen, / cada paso duelen más”, pero es una sensación tan agradable que “Algo así no debería terminar”. Es otra galaxia, de ahí el título, una en la que ya perdidos no que más remedio que buscar ayuda fuera de uno mismo. “Y rezamos / para no volver jamás” aunque no sepamos a qué se refiere el J exactamente: si a volver con ella o a volver a la…
11. “Línea 1” cuyo críptico título procede, nada más y nada menos, de la línea que nuestro J (y unos cuantos amantes más de las sustancias “legales, ilegales y otras que no se sabe si son legales o ilegales”) utiliza para ir “a pillar un poco más”. Ya más abajo no se puede estar. Ella no va a volver y todo es un desastre. Hora de cambiar de vida. “Iba a hacerlo esta mañana. / Levantarme de la cama. / Comprar algo de comida. / Empezar con otra vida”. Pero poco dura el propósito de la enmienda. “Y después pensé: ¡mejor que no! / Y puse la televisión, / después de todo esto no está mal”. O sea, la mala vida, qué buena es. Y, además, tarde o temprano, el Barça ganará…
12. “La Copa de Europa”, uno de esos himnos perfectos, de autoafirmación personal, de supervivencia, dolida y orgullosa al mismo tiempo, cuyo título proviene de aquella afirmación del J de que “salir de una relación sin salir herido sólo puede compararse con que el Barça gane la Copa de Europa”. Una letra que no merece ni siquiera comentario.
Ahora pienso que no merece la pena,
arriesgarme traerá más problemas.
Así que elijo
lo que tengo más cerca.
Por lo menos tendré la certeza
de que existo,
de que puedo decidir,
de que elijo por mí,
sólo por mí.
En vez de aceptar lo que viene de fuera,
en lugar de contar lo que queda,
desde ahora hasta el día en que me muera
por lo menos cabrá la sorpresa.
Algo nuevo,
algo aún por descubrir,
algo dentro de mí,
dentro de mí.
Cuánto tiempo he perdido ahí afuera,
cuanto por descubrir en mi cabeza.
Es tan vasto
que da casi pereza.
Casi pienso que no tengo fuerzas
para hacerlo
y encontrar dentro de mí
algo nuevo.
arriesgarme traerá más problemas.
Así que elijo
lo que tengo más cerca.
Por lo menos tendré la certeza
de que existo,
de que puedo decidir,
de que elijo por mí,
sólo por mí.
En vez de aceptar lo que viene de fuera,
en lugar de contar lo que queda,
desde ahora hasta el día en que me muera
por lo menos cabrá la sorpresa.
Algo nuevo,
algo aún por descubrir,
algo dentro de mí,
dentro de mí.
Cuánto tiempo he perdido ahí afuera,
cuanto por descubrir en mi cabeza.
Es tan vasto
que da casi pereza.
Casi pienso que no tengo fuerzas
para hacerlo
y encontrar dentro de mí
algo nuevo.
1 comentario:
yo te llamé sólo para saber cómo haz estado. supongo que cambiaste de número
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