martes, 22 de marzo de 2011

Goodbye, Columbus (Philip Roth)

Si nos identificamos contigo, Dios mío, es porque somos carnales, y posesivos y, por consiguiente, participamos de ti. Yo soy carnal, y sé que tú lo apruebas, no me preguntes cómo pero lo sé. Pero ¿hasta dónde puedo llegar en mi carnalidad? Soy posesivo. ¿Hacia dónde oriento ahora mi posesividad? ¿Dónde coincidimos? ¿De qué eres Tú el premio?
Era una meditación ingeniosa, y de pronto me sentí como avergonzado. Me levanté y salí a la calle, y el ruido de la Quinta Avenida me recibió con una respuesta: ¿Qué premio tienes en mente, schmuck?


Nota: schmuch, en yiddish imbécil.

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