martes, 23 de noviembre de 2010

De Luis Alberto de Cuenca

El imbécil

Era una criatura detestable
en el plano moral, un ser abyecto,
una abominación lovecraftiana.
No era tampoco guapa, ni atractiva,
ni graciosa, ni joven, ni simpática.
Era un montón perverso de basura.
Pues fuiste tan imbécil que por ella
dejaste a la que amabas y vendiste
tu alma en los bazares de la noche.

PD: deberías repetir mil veces Novel, el premio, se escribe con B.

No hay comentarios: