No sé la respuesta.
Pero una de las maneras más hermosas de hacerlo es en la planta alta de una casa enorme, con el sol entrando a través de los visillos transparentes, habiendo dormido junto a un cuerpo desnudo al que no se ha tocado, con una mujer hermosa sonriendo en el sillón y el pelo recién lavado, con el tiempo deteniendose apenas un instante (la calle sin ruido, la lluvia suspendida, silencio en el mundo).
Pero una de las maneras más hermosas de hacerlo es en la planta alta de una casa enorme, con el sol entrando a través de los visillos transparentes, habiendo dormido junto a un cuerpo desnudo al que no se ha tocado, con una mujer hermosa sonriendo en el sillón y el pelo recién lavado, con el tiempo deteniendose apenas un instante (la calle sin ruido, la lluvia suspendida, silencio en el mundo).
Y ella dice: "Te prepararía un café, pero no te quiero tanto". Sonrié. "Y además no tengo cafetera".
(Bryan Thomas en el New Yorker de esta semana)
1 comentario:
Creo que lo mejor de no tener cafetera o no ser querido tanto, es ver ese cuerpo desnudo más tiempo. A veces hay que soportar la falta de amor con la contemplación de un cuerpo desnudo.
Por otro lado, yo recuerdo una propuesta interesante de ¿cómo despertar? bueno en realidad es ¿cómo no dormir? y la filmó Polanski en Bitter Moon, esa esena donde la luna cae sobre ella es...haaaaaaa, que bueno que no había café ni amor, sólo un cuerpo brillante y hermoso, pero de verdad hermoso.
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