jueves, 13 de mayo de 2010

Ni una imagen que distraiga de Nacho y J



Hoy de nuevo
cerraremos los ojos
deseando con devoción
una nueva noche ártica
y del negro más puro,
no como el de la oscuridad
sino como el del ébano.
Así nuestros pulmones
se anegan en un sueño
que envenena y que sana.
Sueños de noches árticas,
sueños de noches ártica,
que envenenan y que sanan.

Cierra los ojos y
escucha en la oscuridad
cómo resuenan las cajas de música.
Inténtalas parar.

Cierra los ojos y
escucha en la oscuridad
cómo resuenan las cajas de música.
Inténtalas parar.

Cierra los ojos y
escucha en la oscuridad
cómo resuenan las cajas de música.
Inténtalas parar.

PD: y los dos juntos de nuevo, intentando elegir entre el dolor y la nada.

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