El primer párrafo del nuevo cuento de la MAESTRA Moore
El frío llegó tarde aquel invierno y agarró desprevenidos a los pájaros. Para cuando la nieve y el viento comenzaron en serio, muchos ya se habían resignado a quedarse y en lugar de volar al sur, en lugar de haber ya volado hasta el sur, se cobijaban en los jardines de la gente, con las plumas hinchándose a cambio de conseguir algo de calor. Yo estaba buscando un trabajo de niñera. Era estudiante y necesitaba el dinero, por eso iba de entrevista en entrevista por esos vecindarios atractivos pero helados, pasando junto a las extrañas multitudes de petirrojos que picoteaban el suelo, grisáceos y enfermos -aunque qué pájaro en la mejor de las circunstancias no parece un poco enfermo-, hasta que al fin, al final de mi búsqueda, al final de la semana, de repente los pájaros desaparecieron. Yo no quería pensar en lo que les había pasado. O, quizá, esa sea sólo una expresión –de educación, una falsa promesa de delicadeza- porque, de hecho, yo me preguntaba todo el tiempo por ellos: imaginándomelos muertos, en impresionantes montículos en algún campo mortal de maíz a las afueras de la ciudad o cayendo del cielo en parejas o en tríos a lo largo de la estatal de Ilinois.
El resto del cuento, en inglés: aquí.
1 comentario:
pff, genial doña señorita Moore
y maese centrodelantero usted, claro
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