miércoles, 5 de agosto de 2009

COLIBRÍ A LAS OCHO DE LA MAÑANA

Treinta y nueve años y mientras fumo
la vida que ya me bebí ayer veo
el primer colibrí de mi existencia. Y descubro,
no sin asombro,
que me han mentido todo el tiempo,
que las alas sí se ven, que nos han mentido
porque no parece detenido en el aire
sino un borrón difuminado y un anuncio
de que pasa el tiempo y nos borra
como una goma borraría
un pájaro mal dibujado,
un poema tan insulso como este,
una vida que ya, al fin, tuvo
su instante de colibrí.

2 comentarios:

El guz dijo...

Me gusta esta visión tuya tan naturalista. Con dos textos sobre pájaros, me están dando ganas de mirarlos con más atención...

Unknown dijo...

Siempre nos mienten, solo que no siempre nos damos cuenta. Salud y suerte en tu nueva enmienda