En un principio la idea no me parece muy buena, porque el resultado corre el peligro de convertirse en una obra subordinada a otra, pero Juanjo lo ha sabido hacer muy bien, conoce a la perfección nuestra música y nuestro ambiente. Ha creado algo muy personal, va en muchas direcciones, todo muy bien hilado, habla con su habitual sentido del humor de una generación de personas que han compartido una forma de entender la vida con Los Planetas como punto de referencia.
Como es imposible, al menos para el fan elegir una sola canción de "Una semana en el motor de un autobús" porque todas, TODAS, son perfectas y en ese orden en el que están, los planetarios decidieron meter sólo una y, obviamente, no podía ser sino "Segundo premio": "sentado esperando a que llames / rezando porque des una señal" hasta ese genial (segundo premio de consolación) "y si esto te hace daño, si te puede hacer sufrir, ha servido para algo, al menos para mí". LA canción para esos momentos en que todo parece venirse abajo. El disco para cualquier momento. Lastima que una verdera antología planetaria debiera tenerlo completo.
Dos de unidad de desplazamiento con los temas, de nuevo, que más paracen interesarle al J. Las drogas y el amor. "Santos que yo te pinte" es, además, la primera señal del coqueteo de jota con el flamenco y ese estribillo certero: "santos que yo te pinte / demonios se tienen que volver", mientras que "Un buen día" podría ser el gran himno de cualquier planetoide que se precie:
Me he despertado casi a las diez
y me he quedado en la cama
más de tres cuartos de hora,
y ha merecido la pena.
Ha entrado el sol por la ventana,
y han brillado en el aire
algunas motas de polvo.
He salido a la ventana
y hacía una estupenda mañana.
He bajado al bar para desayunar
y he leído en el Marca
que se ha lesionado el niñato.
Y no me he acordado de ti
hasta pasado un buen rato.
Luego han venido estos por aquí
y nos hemos bajado
a tomarnos unas cañas,
y me he reído con ellos.
He estado durmiendo hasta las seis
y después he leído
unos tebeos de Spiderman,
que casi no recordaba.
Y he salido de la cama.
He puesto la tele y había un partido
y Mendieta ha marcado un gol
realmente increíble.
Y me he puesto triste
el momento justo antes de irme.
Había quedado de nuevo a las diez
y he bajado en la moto
hacia los bares de siempre,
donde quedaba contigo,
y no hacía nada de frío.
He estado con Erik hasta las seis
y nos hemos metido
cuatro millones de rayas.
Y no he vuelto a pensar en ti
hasta que he llegado a casa,
y ya no he podido dormir
como siempre me pasa.
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